Según la mitología griega, el néctar era la bebida preferida de los dioses. Este jugo valioso con el cual se alimentan ciertos pájaros y que las abejas transforman en miel, cuenta con aficionados entre los mamíferos; entre otros el ratón mielero del sudeste de Australia.
En cuanto se duermen las abejas, este pequeño animal, apenas mayor que el ratón común, juguetea entre las flores, trepa a los tallos, ayudándose con sus patas minúsculas y su larga cola ahusada, y después aspira el néctar introduciendo en las corolas su lengua erizada de pelos. Así, saltando de mata en mata, de flor en flor, puede también, para variar su menú, comer algún que otro insecto.
En cuanto se duermen las abejas, este pequeño animal, apenas mayor que el ratón común, juguetea entre las flores, trepa a los tallos, ayudándose con sus patas minúsculas y su larga cola ahusada, y después aspira el néctar introduciendo en las corolas su lengua erizada de pelos. Así, saltando de mata en mata, de flor en flor, puede también, para variar su menú, comer algún que otro insecto.
Extraño animal, que por sus preferencias a la hora de alimentarse, encaja en el mundo de los animales extraños.
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