Pese a su aires diabólico, este lagarto erizado es completamente inofensivo… excepto para las hormigas de las que se alimenta.
De los pies a la cabeza, el moloch está cubierto de espinas escamosas. Las dos escamas muy desarrolladas del cráneo le han valido el sobrenombre de “diablo carnudo”. La coloración del moloch es una extraña mezcla de amarillo, rojo y marrón, que varía según el color del suelo. Por su pequeño tamaño ( a penas 20 centímetros), su forma entrecortada y sus colores miméticos, el moloch pasa desapercibido y se pasea tranquilamente sin preocuparse de sus enemigos.
Está perfectamente adaptado al clima desértico. La joroba que tiene en la nuca contiene una reserva de grasa, cuya combustión le proporciona el agua que necesita. En cuanto el moloch está en contacto con el agua, toda su piel, provista de estrechos canales capilares, se hincha rápidamente como un odre. Luego, el líquido es dirigido hacia las comisuras de la boca.
Este extraño animal pulula por desiertos y estepas del sur y del centro de Australia, donde se alimenta exclusivamente de hormigas Su ágil lengua se despliega a gran velocidad, atrapando entre 20 y 30 insectos por minuto, o sea, 1800 durante cada comida. Además, sus molares están especialmente bien adaptados para triturar los caparazones de los insectos
Se puede ver en vídeo online.
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