A juzgar por el tamaño de su boca y la potencia de sus mandíbulas, la rana cornuda de Sumatra no debe ser una criatura particularmente dulce. Parece ser que devora presas, sensiblemente más consistentes que insectos o pequeños invertebrados con las que se contentan sus primas europeas, e incluso ciertos naturalistas le atribuyen hábitos de caníbal.
Cazadora nocturna, esta rana presenta la particularidad de tener pupilas verticales como las de los gatos. Su mirada felina le confiere una apariencia de monstruo prehistórico.
Los renacuajos de la rana cornuda de Sumatra se distinguen de los demás renacuajos conocidos por el curioso orificio en forma de embudo que forman sus labios. Su interior está tapizado por asperezas que retienen al paso las plantas y animales microscópicos.
Cazadora nocturna, esta rana presenta la particularidad de tener pupilas verticales como las de los gatos. Su mirada felina le confiere una apariencia de monstruo prehistórico.
Los renacuajos de la rana cornuda de Sumatra se distinguen de los demás renacuajos conocidos por el curioso orificio en forma de embudo que forman sus labios. Su interior está tapizado por asperezas que retienen al paso las plantas y animales microscópicos.
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