Por la noche, la sabana africana se agita: una masa de animalitos tranquilos y endebles, presa de las fieras durante el día, aprovecha el frescor de al noche para hacer los recados. En el haz de luz que lanza la linterna, salta una liebre gigante. Su tamaño es de casi dos metros. Aunque huye a toda prisa, el animal se vuelve y así podemos ver su increíble cabeza. Además de tener dos orejas en forma de cuernecillos, está engalanado con un hocico afilado que termina en morro de cerdo. Esta especie de quimera se llama orictéporo. Y tras mirar de nuevo de forma cansina a sus perseguidores, el animal desaparece en un agujero.
Morro de cerdo y madriguera profunda. Con esto no es raro que se le llama orictéporo “cerdo de tierra”. Este animal híbrido comparte características con animales tan dispares que es muy difícil clasificarle en una sola familia. Durante mucho tiempo se pensó que era pariente del oso hormiguero por su régimen alimenticio a base de insectos. Pero a la postre se sabe que no hay parentesco alguno entre ellos.
Al andar, ya sea para avanzar o para retroceder, el orictéporo se apoya solamente en los dedos. Por eso se le clasifica entre la familia de los ungulados a la que pertenece también el caballo. Descubrir a este animal en la sabana africana es una labor verdaderamente ardua. Pasa el día dormido en el fondo de la madriguera. Sólo sale cuando la oscuridad es completa, para ir a buscar su plato favorito: las termitas, que captura con su lengua pegajosa.
Vive sobre todo en las sabanas al sur del Sahara. También se da en las selvas vírgenes de Camerún y del Congo. Hace dos millones de años existía también en el sur de Europa. Se instala de preferencia en las regiones en que abundan las ternitas, También parece que le gusta mucho una cucurbitácea conocida como “calabaza del orictéporo”, pues se da en las cercanías de su madriguera.
Morro de cerdo y madriguera profunda. Con esto no es raro que se le llama orictéporo “cerdo de tierra”. Este animal híbrido comparte características con animales tan dispares que es muy difícil clasificarle en una sola familia. Durante mucho tiempo se pensó que era pariente del oso hormiguero por su régimen alimenticio a base de insectos. Pero a la postre se sabe que no hay parentesco alguno entre ellos.
Al andar, ya sea para avanzar o para retroceder, el orictéporo se apoya solamente en los dedos. Por eso se le clasifica entre la familia de los ungulados a la que pertenece también el caballo. Descubrir a este animal en la sabana africana es una labor verdaderamente ardua. Pasa el día dormido en el fondo de la madriguera. Sólo sale cuando la oscuridad es completa, para ir a buscar su plato favorito: las termitas, que captura con su lengua pegajosa.
Vive sobre todo en las sabanas al sur del Sahara. También se da en las selvas vírgenes de Camerún y del Congo. Hace dos millones de años existía también en el sur de Europa. Se instala de preferencia en las regiones en que abundan las ternitas, También parece que le gusta mucho una cucurbitácea conocida como “calabaza del orictéporo”, pues se da en las cercanías de su madriguera.
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