Durante mucho tiempo se ha creído, como los antiguos griegos, que este molusco utilizaba su concha como embarcación para navegar o para flotar sobre la superficie de las aguas. A finales del siglo XIX, sin embargo, el gran naturalista inglés, Thomas Huxley estableció que, en la familia de los argonautas, tan sólo las hembras segregan una concha o, más exactamente, una barquichuela calcárea de paredes sumamente finas, y que sus propietarias utilizan, no como esquife, sino como nido flotante para sus huevos.
Los argonautas poseen, por otra parte, la facultad de modificar a voluntad su producción de pigmentos, pudiendo pasar del azul más vivo al rosa más suave.
En definitiva, otro animal a considerar como especial o raro.
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