El lémur volador se encuentra en las amplias regiones del Sudeste asiático, desde Malasia hasta Filipinas. Visto de perfil parece un pequeño zorro arropado en un abrigo de piel demasiado grande para él. Las manchas y colores de esta piel se confunden perfectamente con los colores de los árboles donde en encarama. Cuando se estira, su amplio abrigo se extiende formando una superficie de planeo; como en el caso de las ardillas voladoras, este abrigo funciona como un paracaídas, y le permite planear con facilidad en cualquier dirección, haciendo la cola de timón. Este pequeño lemúrido de 40 cm. de largo llega a cubrir sin tocar tierra distancias del orden de 50 a 60 m. Gracias a sus garras puntiagudas y encorvadas consigue realizar aterrizajes acrobáticos en lugares inverosímiles.
Otras particularidades: el lémur volador posee un estómago “sui generis” especialmente adaptado a su régimen alimenticio de hojas, frutas y flores. Cada uno de sus incisivos presenta de 10 a 12 finas puntas que les asemejan a peines en miniatura. No existe otro mamífero en el mundo que tenga dientes semejantes a éstos.
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