Animales Extraños: Calorrinco
Siempre han circulado y circulan las historias más increíbles acerca de los monstruos marinos. Las quimeras, parientes próximos de los tiburones por su anatomía, no tienen nada de fabuloso; merecen figurar en un buen lugar entre los horribles seres que quitan el sueño a los navegantes.
El calorrinco (“etimológicamente bella nariz”) se distingue de las quimeras comunes por un apéndice nasal flexible, cuya forma recuerda a una trompa de elefante. Se supone que esta excrecencia grotesca aguza su sentido del tacto cuando rastrea el fondo del mar en busca de alimento, pero también es posible que sea una especie de brazo con el que sujeta a la hembra en el momento de la procreación.
Con una longitud de 45 cm., el calorrinco es un animal comestible, pero normalmente no es apreciada su carne. Se han visto ejemplares en cautividad que terminaban por destruir completamente su apéndice nasal a fuerza de chocar con las paredes de su odiada prisión.
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