En las Molucas y en las Célebes vive un cerdo salvaje que tiene un aspecto muy extraño: el babirusa. Los machos, cuya altura alcanza los 75 cm., muestran caninos superiores desmesuradamente largos que se curvan por encima del morro y que recuerdan (aunque muy remotamente) a la astas del ciervo. Estas defensas, aparentemente inútiles, quizá sólo sirven para protegerles los ojos cuando galopan a través de la jungla, aunque también se cree que tan desmesurados colmillos (que llegan a alcanzar 35 cm. de longitud) constituyen para este cerdo salvaje un símbolo de fortaleza y poder que infunde respeto en los otros machos.
Aun cuando se alimenta de raíces y retoños como los demás cerdos salvajes, el babirusa no desdeña, de vez en cuando, las plantas acuáticas de lagos y pantanos. Excelente nadador, se siente a gusto en el elemento líquido, donde busca refugio con su familia cuando le amenaza algún peligro. Sorprendido en tierra firme, hace frente al agresor con magnífica valentía para proteger la retirada de los suyos. Se ha visto a babirusas que, con el cuerpo lleno de flechas, continuaban manteniendo a raya a los cazadores indígenas de los archipiélagos citados, que le persiguen para alimentarse con su sabrosa carne y utilizar sus codiciados colmillos en su rudimentaria industria.
Lo original del Babirusa y lo que lo hace pertenecer al mundo de los animales extraños son sus desmesurados caninos. El que sólo conoce el cerdo común, y quiera ver este animal llamado BABIRUSA, “BABYRUSSA BABYRUSSA”, lo más cercano a la realidad, lo podrá ver en un vídeo online gratis.
0 comentarios:
Publicar un comentario